No obstante los acontecimientos que tienen lugar en el mundo, la gente vive como si no tuvieran lugar. Tal vez porque la gente -nosotros, los próximos- aún no vivimos los hechos como sucesos. Lo que puede sucedernos, y no se entienda solamente en su sentido extenso y dramático, lo vivimos como si no nos fuera a suceder. Naturalmente, hay algo que no entenderé de los próximos, precisamente. Y es que no hayan querido enterarse a tiempo de lo que pasa. Y esa concesión ciega a que las cosas se sucedan por sí mismas no dice mucho en favor del individuo ni de la sociedad en esta época. La no intervención social propicia que una minoría de sagaces y tenebrosos personajes o clanes se arroguen el derecho a ser propietarios de nuestras vidas. Entonces sus obras van dirigidas exclusivamente a satisfacer sus intereses. ¿Cómo llamar a este comportamiento?
¿Estulticia? ¿fatalismo? Esa misma sensación que tú tienes, la tengo yo también. Comparto absolutamente tu percepción de la sociedad y del individuo.
ResponderEliminarSaludos.
¿Adocenamiento?¿Individualismo?¿Atomización?
ResponderEliminarCarai, o sea que tendríamos que reinventar no la sociedad, sino el individuo... Estoy de acuerdo.
ResponderEliminar¿cual de ellos?
ResponderEliminarqué quieres que te diga, cada vez tengo la extraña sensación de que todo ese universo ficticio con que decoramos nuestra infancia es, en el fondo y después de pasar varias demoliciones, todo verdad.
Pero digo yo, que si existen los villanos también por fuerza han de existir los héroes, y éstos jamás aborrecen ni reniegan del rebaño, ni le exigen aquello que no le es natural, simplemente lo protegen.