No perder esa conciencia de nuestro cuerpo elemental. Los elementos que lo han formado lo siguen rehaciendo día a día. Poner los sentidos al servicio de esos elementos. A través de ellos se toca el resto del universo. Se esté pendiente o no. Pero viene bien percibirlos. Aunque a veces nos abrasen.
A menudo me gustaría trascender esa elementalidad. Pero como estoy viva mi humanidad no me lo permite. Y a veces atender a esos requerimientos inexorables me hace feliz. Difícil renunciar a lo esencial que nos reafirma en la vida.
ResponderEliminarSaludos.