5/6/12

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Se oye con frecuencia en estos días que todo es muy incierto, como si la angustia, la incertidumbre y el temor fueran sensaciones recién descubiertas. No creo que lo sean más que en cualquier otro tiempo. A esta época le fue privada la certeza, dice un verso de la obra Luzum del poeta árabe Al-Ma'arri, que vivió a caballo de los siglos X-XI. No se justifican los avatares de quienes vivimos hoy día por textos o historias del pasado. Pero tenemos derecho a hallar un cierto grado de consuelo en el conocimiento de los estados de ánimo y de pensamiento de cuantos nos precedieron. Tenemos derecho a saber que los sentimientos y las percepciones dolorosas han atravesado el pecho de los hombres desde las primeras culturas. No se trata de aplicar el remedio falso del mal de muchos en versión acontecer temporal. Pero debemos aprender a quitarnos parte de ese complejo equívoco de que lo que nos pasa a nosotros nunca ha tenido lugar antes y además es más grave todavía. Aunque solo conociendo la historia se pueden calibrar las situaciones más onerosas y difíciles de la humanidad, tal vez la mejor manera de hacer frente a la desprovisión de la certeza sea mantenernos un tanto escépticos sin renunciar a ejercitar la capacidad de nuestros actos. Dicho de otro modo: sin dar cheques en blanco ni a un destino no determinado ni a los falsos profetas que quieren conducirnos por el camino de sus intereses.







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  3. son tiempos dificiles donde la verdad suele ser mentira

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  4. son tiempos dificiles donde la verdad suele ser mentira

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