28/7/14

465.



A veces me pregunta un amigo, hablando de libros: ¿has leído tal novedad? Yo le respondo: pero siempre estoy leyendo la novedad, es decir, aquello que no había conocido antes por mí mismo, sea del tiempo que sea, hable del asunto que hable, esté escrito como esté escrito.



26/7/14

464.




Consideramos el dolor como una agresión. No por apoderarse de nosotros es nuestro aliado. No por prolongarse nos enseña más. No soy de la opinión de que el dolor aporte conocimiento deseable (se oye por ahí cada cosa al respecto...) para un conocimiento profundo de uno mismo. Pero una vez se haya desinstalado -tras su paso parcial o transitorio- debería permanecer como un cierto grado de memoria. El dolor no se explica por sí mismo, más allá de las reacciones nerviosas que lo producen. No hay lógos en él, solamente materia en fricción dentro de nuestro cuerpo. Pero su padecimiento suele, frecuentemente, removernos el pasado y cuestionarnos el presente de nuestras conductas, apetencia, aspiraciones...y límites. Con incierta mirada, si bien ilusionada, hacia el porvenir. No es infrecuente que una vez superada la alarma volvamos a las andadas y dejemos de lado las proposiciones de enmienda sobre nuestros comportamientos. Cada uno sabe si debe y cómo elegir.



24/7/14

463.



¿Deberá pasar el humano por todo tipo de estados digamos anímicos?  Mi amiga M. dice que ese intercambio da conocimiento, pero que ninguno de ellos debe instalarse demasiado tiempo en nosotros. Que no deben durar excesivamente  los ciclos positivos y gozosos, porque cuando quiebran nos dejan hecho cisco. Ni mucho menos deben prolongarse los perturbadores y oscuros porque se padece mucho y no siempre nos devuelven a un estado anterior. En este caso no está claro si tras el sufrimiento se encuentra alivio y si uno permanece al menos igual de bien o parecido a como se hallaba antes. Mi amiga M. es una sofista de Perogrullo, pero me deja siempre pensando.





11/7/14




¿Os habéis fijado cómo oscilan los muelles en caída libre?
No permanecen nunca en la misma vertical y a cada golpe con el suelo
se inclinan de una parte a otra ocupando más espacios
 que no son los mismos y que pueden distar del punto del salto original.


 Manel Vizoso interpreta muy agudamente el efecto muelle
que se ha puesto hace tiempo en vigor sobre la Tierra.



462.




En dos lugares del mundo alejados el uno del otro se juegan sendos partidos de obscenidades que convierten el planeta entero en una cancha que nos compromete a todos. En Brasil la obscenidad de mirar desde y para otra parte de la naturaleza humana ignorando, a través del juego, las desdichas mucho más crueles de otros hombres. En Gaza, la obscenidad del crimen y la perpetua cautividad en directo. Tal vez ambos campos de juego no disten tanto entre sí. Y la pasividad de medio mundo y los intereses autoritarios y cada vez más fanatizados de otro medio acaben haciendo del planeta un terreno de juego aciago de penaltis inapelables.



9/7/14

461.




Cuesta creer que el código de valores otorgue más importancia a la desilusión por una derrota deportiva, por más compartida que haya sido por millones de habitantes de un país,  que a la emoción indignada a causa de la masacre de civiles en otra zona del mundo. Que los titulares de prensa magnifiquen el espectáculo y el ocio frente al ejercicio cotidiano por vivir con dignidad me parece que dice bastante de qué materia frágil estamos hechos. Maniqueo el concepto de noticia, que nadie parece cuestionar.





6/7/14

460.




Preguntas y respuestas. Una relación de pareja que debe alimentarse mutuamente. Si uno de sus miembros no desea al otro la crisis está servida. Pero lo peor no es la crisis en sí, sino las tensiones derivadas de la insatisfacción que desfiguran la razón de ser de esa convivencia natural. Cuando el estímulo de la búsqueda de la verdad se debilita, la convivencia quiebra. Y tanto preguntas como respuestas se quedan huérfanas.




3/7/14

459.




Dudo que se aprenda de las respuestas. Más bien aquello que nos enseña son las preguntas.