Se me dirá: pero las letras del alfabeto también son símbolos. Naturalmente. Símbolos que se convirtieron en herramientas y que permitieron desarrollar esa simbiosis maravillosa: la habilidad del lenguaje y la capacidad del pensamiento. El lenguaje y el pensamiento, no obstante los asaltos que periódicamente sufren por parte de quienes los desearían esclerotizados, son la antítesis de las banderas. Donde unos hablen no caben las otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario