Una vez creyó que la vida era una migración desde la oscuridad a la luz, sin caer en la cuenta de que los viajes suelen ser de ida y vuelta. Y que se puede perder el sentido de la orientación. Algunos supervivientes ácidos acaban refugiándose en aquel refrán: para este viaje no se precisaban tales alforjas.
Yo sigo creyéndolo, aunque haya túneles por medio. Claro que siempre está esa sensación de que TODO ESTÁ AHÍ TODO EL TIEMPO.
ResponderEliminarNo sabemos cuánta luz hay por ahí dentro...
ResponderEliminarAlguien comparó nuestra vida con el vuelo de un pájaro que, viniendo desde la oscuridad, atraviesa una hermosa sala iluminada y finalmente desaparece en la noche eterna.
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