La conciencia de la infancia se llama juego. La conciencia de la adultez se llama juego...envenenado. La permanente memoria de la primera no es suficiente para conjurar la presencia de la segunda. Acaso resida ahí el conflicto que no resolvemos.
Aún no estoy bien despierta y lo que acabo de leer me ha deslumbrado como un rayo. Creo que si, posiblemente es cierto, es tanto el veneno de la etapa adulta que el antídoto de la memoria del juego ya no es suficiente. saludos
Quizás por esa razón una madre se queda mirando a su hijo intensamente, intentando adivinar como y quien será de adulto, intentando fijar esa belleza de otro mundo que irradia en ese instante y le repite una otra vez lo hermoso que es, para que nunca nunca se le olvide.
Aún no estoy bien despierta y lo que acabo de leer me ha deslumbrado como un rayo.
ResponderEliminarCreo que si, posiblemente es cierto, es tanto el veneno de la etapa adulta que el antídoto de la memoria del juego ya no es suficiente.
saludos
Me quedo leyendo cada una de las reflexiones que antes no había leído.
ResponderEliminarTengo para un buen rato!
=)
Quizás por esa razón una madre se queda mirando a su hijo intensamente, intentando adivinar como y quien será de adulto, intentando fijar esa belleza de otro mundo que irradia en ese instante y le repite una otra vez lo hermoso que es, para que nunca nunca se le olvide.
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