Si el pasado había muerto, el presente era incierto y terrible, y misterioso el futuro...He aquí un ejemplo de cómo una frase antigua y categórica puede sacarse de un contexto y sirve para introducirla en otro. Incluso en el actual que vivimos. Tal vez sus matices podrían ajustarse hoy. No sé mañana o dentro de un año. Me da que esa cita se ha repetido infinidad de veces en todos los tiempos. Y que se actualizará y servirá nuevamente para los venideros. Hay algo en ella de procedimiento dialéctico (¿otra vez Hegel?) recurrente y fatídico. Bien porque utilicemos el mismo giro o porque las circunstancias sean siempre a grosso modo análogas. La saco del libro de Carlo Levi, El miedo a la libertad, refiriéndose a lo que iba a tener lugar hace setenta y dos años en Europa. Díganme que soy un agorero y quédense a gusto si lo prefieren.
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