Nos pasamos la vida haciéndonos preguntas. Lo que no está tan claro es que persigamos obtener respuestas. ¿Será porque lo primero es algo reflejo y lo segundo nos exige esfuerzo de racionalidad? No sé en qué punto se rompe el puente, pero la clave está en alzarlo de nuevo. Y mantenerlo, naturalmente, para salvar el desnivel.
Lanzaste otra...:)
ResponderEliminarSí tens raó, ens fem preguntes perquè busquem una seguretat. Però d'altra banda, tenim por de saber les respostes perquè ja les intuïm, i no són bones.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Olga. A veces, lo que tenemos, es miedo a las respuestas, porque las intuimos y no son buenas. Así que llevamos las preguntas por otros derroteros, a ver si conseguimos respuestas menos veraces, pero más acordes a nuestra cobardía. El miedo es consustancial al hombre, tanto como hacerse preguntas. A veces necesitamos respuestas tranquilizadoras, aunque no sean veraces, y nos ponemos a buscarlas. No será racional, pero es muy humano. Y el ser humano, a menudo, no es racional.
ResponderEliminarUn saludo.
En la permanente búsqueda está el camino de la sabiduría...
ResponderEliminarUn abrazo