No prestes atención al ruido que hagan las palabras, para que no ensordezcan tu entendimiento, dice el poeta chino de las tierras fértiles. Importante seguir consejo tan cuerdo. Nos rodea el ruido de las palabras sobrantes y necias. Nos desvía el estrépito de los vocablos subsidiarios y hueros. Necesario el ejercicio del silencio interior para no entrar al trapo de la insolvencia de ciertas palabras despilfarradas en abundancia. Imprescindible percibir antes que nada la sensibilidad de la palabra. Ponemos de ese modo a prueba nuestra propia sensibilidad.
18/4/12
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No prestes atención al ruido que hagan las palabras, para que no ensordezcan tu entendimiento, dice el poeta chino de las tierras fértiles. Importante seguir consejo tan cuerdo. Nos rodea el ruido de las palabras sobrantes y necias. Nos desvía el estrépito de los vocablos subsidiarios y hueros. Necesario el ejercicio del silencio interior para no entrar al trapo de la insolvencia de ciertas palabras despilfarradas en abundancia. Imprescindible percibir antes que nada la sensibilidad de la palabra. Ponemos de ese modo a prueba nuestra propia sensibilidad.
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Hoy sintonizo. Lástima que no se te dé por comentar por ahí. Será que lo consideras un despilfarro de palabras
ResponderEliminaren tierras infértiles.
Te agradezco el consejo de hoy.
Un saludo.
Desde el silencio las palabras pueden decir más de lo que parecen decir, no?
ResponderEliminarSaludos ;)