Una vez conocí a un asesino.Había cumplido ya la pena. Su arrepentimiento fue sincero desde el primer día, o al menos eso me dijo. Los años de condena le habían hecho meditar mucho. Tanto que no se sentía fuera de la sociedad, sino más reintegrado que antes. Desde que está libre su capacidad de regeneración la canaliza hacia el bien, entregando su tiempo y sus esfuerzos a causas que la sociedad llama nobles. Cuando me relató sus experiencias y me confió sus cuitas le felicité por haber aprendido la lección, no obstante su precio para la víctima y para él mismo. Le dije: veo que ya se te puede aplicar aquello de que sabes más por viejo que por diablo; eres, por tanto, más sabio. Permaneció callado, inseguro. No me basta, me respondió. Hubiera sido más sabio de haber dirimido el viejo y el diablo sus pugnas dentro de mí antes de que yo cometiera aquella atrocidad. No andaba descaminado. Saber -asimilar la experiencia- tras los tropezones no tiene ni la mitad de mérito que hubiera tenido de haber llegado su saber a tiempo.
la dificultad del 'a tiempo' es que justamente el tiempo no lo controlamos, las oportunidades son como espejismos de inseguridad, los actos siempre son reflexionados una vez cometidos
ResponderEliminarsaludos
Nunca conocí un asesino declarado y arrepentido. Qué experiencia más enriquecedora puede ser eso...
ResponderEliminarTengo mis serias dudas sobre nuestra capacidad de arrepentimiento sincera, más en casos tan extremos como el que cuentas. en todo caso y de ser así, comprendo el punto de vista de quien hubiera deseado tomar conciencia del error antes de cometerlo.
ResponderEliminarSaludos!
Eso habría sido sabiduría, normalmente es algo que se "mama" en el hogar antes de que se desarrolle por sus propios medios, no conozco los antecedentes familiares de este hombre. Bs.
ResponderEliminarCuando la religión habla de infierno me imagino a algo como lo que debe sentir ese hombre.
ResponderEliminarPor eso siempre he creído que los criminales extremos (no un asesino puntual) si algún día se arrepintieran sinceramente el siguiente paso coherente sería el autoajusticiamento.