Leyendo unos versos de La necesidad de lo innecesario, del poeta sirio Al-Ma'arri (hablamos de los siglos X-XI), se tiene la sensación de estar ante un existencialismo fuera del tiempo o del lugar. Lo cual hace pensar en que hay gente que ha roto los esquemas de los historiadores y exégetas de toda laya. Cada vez estoy más convencido de que toda la vida han existido pensadores transgresores del pensamiento oficial o paraoficial, bien en su forma ideológica religiosa o en la de los cánones ideológicos laicos. Es decir, individuos en los que la libertad es ante todo dudar y prospectar, y tratar de llegar más allá. Probablemente persecuciones y censuras varias han impedido conocer sus obras o limitar su difusión. No sé si ciertas lecturas las trae la inercia de una noche desvelada e inquieta. Pero el rigor de estas palabras ejercen con bondad sobre el espíritu del lector:
No elegí nacer, ni envejecer ni vivir.
¿Acaso tengo después? Habitar
para el que pueda, partir si hay cómo.
Sí, siempre tiene que haber un punto de ruptura. Y eso nunca se ve bien.
ResponderEliminarDescubrirlos es la recompensa.
Esos son los adelantados que van marcando el hilo del camino...
ResponderEliminarPor supuesto, ¿lo dudabas? Afortunadamente existe el libre albedrío. Y la excelencia.
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