Los hallazgos y la consolidación de los descubrimientos científicos vienen revolucionando la historia humana desde hace siglos. La espiral en que se precipita el conocimiento en nuestros días hace concebir esperanzas decisivas de que la vida humana será tocada, afortunadamente, por nuevos criterios y nuevas prácticas que resten infelicidad a la vida de los seres humanos y animales en general. Si el bosón de Higgs -y otro montón de saberes sobre la física y la química de los universos complejos y variados- va a suponer un salto de calidad de alto nivel no va a ser el único. En un plano más próximo y laboriosamente callado la paleoantropología, la arqueología prehistórica y la etología vienen aportando datos sobre la vida en los orígenes de las primeras agrupaciones humanas que ya han cuestionado las ideas falsarias e ignorantes que ciertas instituciones ungidas solamente por su interés han venido manteniendo para someter a los pobladores de la Tierra. Espero que algún día lo único que salvemos de toda la tradición de las tinieblas religiosas sea la parte bella de la literatura que han engendrado, posiblemente por mano de los más díscolos de esas organizaciones del control del pensamiento. No sus normas, procedimientos ni catecismos con los que han absorbido la mente de millones de individuos y condicionado y frenado los procesos de evolución y cambio. El individuo siempre es más fuerte cuando piensa y actúa con la libertad que proporciona la propia indagación que cuando acepta sin rechistar la adscripción a las ideologías.
Creo que aún con sus terrores y deformaciones, el aporte de las grandes religiones -en su momento- contribuyeron a la evolución humana. ciertos conceptos revolucionarios del cristianismo -por ejemplo- revirtieron la moral imperante hasta que surgió, haciendo posible formas sociales mucho más igualitarias que las que regían con anterioridad. Pero como la evolución humana sigue avanzando y es inevitable, esos conceptos -junto con sus distorsiones y jerarquías execrables- sin duda irán avanzando hacia una nueva fase superadora en cuanto a filosofía y espiritualidad. La ciencia -por supuesto-irá corriendo los límites del conocimiento, abriendo puertas que confirmarán el mismo avance.
ResponderEliminarComo verás, pese a todo, soy optimista.
=)
Un abrazo
la frase final es gloriosa
ResponderEliminarsaludos