2/7/12

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Nada de lo que han hecho los hombres me ha sido ajeno nunca. Puede sonar a tópico pero es una confesión. La escultura perdió posición en el panorama de las representaciones artísticas hace siglos. Injustamente relegada frente al alza incesante de las nuevas arquitecturas y de la pintura revisada y revisionista una y otra vez, la escultura parecía no tener lugar ya en nuestras ciudades. No hay más que observar los pastiches y las pésimas ubicaciones que pueblan nuestras calles en las últimas décadas. Mucha de esa obra responde a los criterios estéticos y de compromiso de una clase social que hace tiempo que perdió su gusto por el arte. Si es que en España lo tuvo alguna vez. Por supuesto, hay excepciones, mas resulta penoso encontrar un estilo de escultofactoría que en nada renueva y gratifica el suelo y las travesías que nos acompañan. Si a ello se le suma el desprecio que las autoridades muestran por ubicar las esculturas en lugares con sentido, el desprestigio de la escultura  -vía no aprecio y olvido-  es monumental.


1 comentario:

  1. No me había detenido a reflexionar sobre ello, pero tienes razón. La escultura se ha desprestigiado, sobre todo como hito relevante en el espacio público. Tienes razón; aquí y allá sólo encontramos ampulosos pastiches. La pintura y la arquitectura parecen haber corrido mejor suerte, pero sólo a veces. En mi ciudad, por ejemplo, siento que sobran los engendros arquitectónicos.

    Un saludo.

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