22/8/12

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Tiempos estos en que las palabras y los conceptos no se avienen entre sí y tampoco con el hombre, no desde luego con el otro hombre, el que algunos desearíamos encontrárnoslo nuevo. Pienso en la idea tradicional de salvación, que siempre exige una encarnación (con sus secuelas alienantes) Tal vez Fedor D. no aclaraba que la condición absoluta de las palabras no conduce a ninguna parte. La belleza no puede salvar al mundo porque su propiedad no es física. Cierto que la belleza de las palabras  -la literatura-  por no salirnos del tema, ayuda, si se muestra material y relativa. El pasado demuestra que la belleza jamás salvó a los hombres (un vistazo al entorno de la Historia, por favor) Pero por lo menos ha servido para contener la dureza de nuestra condena.



1 comentario:

  1. Hermoso texto. Pero la belleza sí puede salvarnos. Espiritualmente al menos, que ya es la leche...

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