El uso del reloj se me revela como ponzoñoso y egoísta. Envenena nuestra disposición de los verdaderos tiempos de la vida por una parte y los reduce al hacernos creer insolentemente que somos sus propietarios. El reloj evoca la apariencia de un tiempo que no nos pertenece o, en cualquiera de los casos, del que somos meros usufructuarios en tránsito. Frecuentemente despilfarradores.
Totalmente de acuerdo en todas las apreciaciones sobre este instrumento. El hombre y sus máquinas...
ResponderEliminarDictatorial instrumento de medición al que nos sometemos.
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