Leo en cierto comentario de un blog asiduo: creo que el pesimismo es la excusa que utilizan los ignorantes para ocultar las realidades mas obvias. Si no es la única excusa, desde luego es de las más practicadas, pero he visto ese talante en mucha gente toda mi vida. Incluso se utilizaba como arma arrojadiza o para detener el valor y la audacia de los individuos generosos que deseaban que las cosas fueran de otra manera. O, como se dijo en algún tiempo: que deseaban cambiarlas. De todos modos, me interesa menos ese pesimismo circunstancial, de reacción emocional más o menos pasajera, que todos practicamos en determinadas ocasiones, que el que parece afirmarse e instalarse como parte del pensamiento racional. Que abunda. Entonces es cuando me pregunto por la capacidad de pensamiento racional de mis conciudadanos.
A nivel colectivo, manipulan nuestros miedos para tenernos quietos, para que no nos animemos a intentar cambiar, para que les dejemos hacer aún viendo que nada de lo que hacen tiene sentido.
ResponderEliminarSi el pesimismo se instala no hay raciocinio posible. Yo no creo que sea excusa...
ResponderEliminarPero los pesimistas más insidiosos son aquellos que renegando de todo y gimoteando todo el tiempo, se empeñan en dejar constancia escrita de sí mismos.
ResponderEliminarY además curiosamente encima tienen la indecencia de llegar a viejos, pongamos Henry Miller.