5/8/12

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Vienen tiempos de supervivencia, me dice una pareja joven con un niño pequeño. Reconozco que me he estremecido un poco y que tal frase ha sido un epílogo de la conversación. Ya se sabe. Preguntas ¿qué tal os va? Y cada vez más gente te responde: sobreviviendo. Prefiero la sencillez contundente a la apariencia de los idiotas. ¿Para qué ocultar lo que todos sabemos? ¿Por qué no extendernos y hablar de ello, dialogarlo, romper el complejo de la soledad, del solo me pasa a mí y a los míos? Porque parece que si la mano negra persigue algo es precisamente que los individuos se sientan solos, apartados y agobiados. Para que las intenciones que persiguen los manipuladores de las vidas se realicen cómodamente y sin resistencias. Ese tipo de expresiones como las de la pareja que cito no tienen por qué verse con pesimismo. ¿Acaso no podemos tomar la luz que las ilumina?



2 comentarios:

  1. A veces pienso que el individualismo de este país no tiene remedio. Difícil ir más allá del complejo de soledad y del "sólo me pasa a mí y a los míos". Por otra parte, me asombra la capacidad de adaptación del ser humano. Sí, las circunstancias son adversas, y se vive en un permanente ejercicio de adaptación, supervivencia y resignación.

    Un saludo.

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  2. Tomar la luz, eso deberíamos hacer, tomarla al fin. ¿Será verdad que somos tan "sui géneris" en este país que no sabemos actuar colectivamente si no es para una comilona o para una juerga? Perdón, se me olvidaba el fútbol, el único motor que mueve masas.

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