Si aquel pasante de Seguros de Praga no hubiera comenzado su novela diciendo: al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto, ¿habríamos seguido leyendo la novela toda la inmensa legión que la hemos leído? Desde ese instante lo único que nos ha interesado a los lectores es saber cómo se ve el mundo humano desde la perspectiva infrahumana de un insecto.
También logró más triufos que Freud sobre la peocupación del ser humano por el miedo a los delirios y a la locura, y sin embargo, vivimos en un mundo más loco y enfermo que nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero si hubiera sido efectivamente un insecto no habría percibido como un humano ¿verdad? no habría sentido nada de eso.
ResponderEliminarDe hecho "la metamorfosis" a la inversa sería quizás más estremecedora, imaginemos una cucaracha que despertase convertida en un humano, moviéndose, interactuando y mirando desde unos ojos solo habitados por unas pulsiones básicas hacia la oscuridad y la inmundicia.