25/3/12

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Hay ocasiones en que pienso que debería rebelarme contra mí mismo. Por qué tengo que escribir como si sentenciara, me pregunto. Como si llegara a alguna conclusión definitiva o hubiera que aplicarla a otros mortales. Escribir es explorar solamente. Una indagación particular. Cada paso es un mero destello. También personal. Si concibiéramos el ejercicio de escritura  -y tal otros desarrollos de la vida-  en el sentido de un continuo recomenzar acaso naufragaríamos menos.



4 comentarios:

  1. tod@s tendemos a afirmarnos en nuestras expresiones y es cierto que no tiene sentido, el pensamiento evoluciona, acerca todos los días alguna renovación y podría ser muy bien un recomenzar, al menos en parte...tampoco es fácil remover toda la forma expresiva que nos es propia, acabaríamos paranóic@s o sería... insustancial?
    saludos

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  2. Creo que lo que subyace al escribir es un cierto miedo, de ahí que se haga casi imperioso afirmar, sentenciar, como si nuestras lucubraciones fuesen de validez universal.

    Escribir es explorar y confrontarse con el miedo a naufragar. Al animarse a hacerlo se va superando, y la escritura se va depurando tanto como nosotros mismos. Es un ejercicio de crecimiento en el arte de vivir.

    A mi, personalmente, me gusta la gente que al escribir se juega por un punto de vista definido aunque se equivoque a veces. Me gusta la gente que toma ese riesgo.

    Un saludo.

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  3. Més aviat m'inclino a escriure amb matisos, perquè com menys radical ets, pots apreciar millor els matisos de les coses i no quedar-te amb el blanc/negre i prou.
    Altra cosa és que escriguis aforismes o tinguis un estil lapidari.
    Però hem d'aprendre de la natura canviant, mar, núvols, sentiments...
    I la veritat absoluta no la tenim.

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  4. Comparto contigo esa poética terapéutica de los destellos, de las epifanías: sin voluntad de sentencia, aclaran las ideas y nos permiten fluir, navegar y naufragar.

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