22/3/12

48.




La noticia se instala entre nosotros en cuanto suceso reelaborado. Lo que ha acontecido apenas nos llega en su verdad. Porque no hay verdad sin interpretación. No basta comprobar parte de los hechos para concluir en que una información es verídica. Para el periodismo, que es tanto como decir hoy para sus fabricantes-empresarios de prensa o televisión,  basta un relativo o aproximado grado de verosimilitud (muchas veces no pasa de la calidad de rumor) para que se nos sirva el producto final. Que mañana puede haber cambiado. Se persigue nuestro consumo, lo cual nos obliga a una digestión (o indigestión) y a que forme parte de nuestro sustrato mental supuestamente informado. Pero la noticia no es lo que nos da conocimiento. En sí misma solamente es sucedáneo y en sí misma apenas nos habla. Eso sí, pone a prueba nuestro metabolismo racionalizador, la capacidad de discernimiento que, al fin y al cabo,  decidirá la insuficiencia o la necedad de lo que nos han contado.


3 comentarios:

  1. Por desgracia, es la manipulación de la noticia la que suele triunfar sobre la verdad. En parte, por la propia estulticia del ser humano, y también por su ventajosa posición ante el hecho en sí.
    Saludos, y un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. muy cierto,
    ahora bien, reflexiona: si vemos un hecho,¿lo interpretaríamos igual?
    ...
    un breve relato que abona tu nota:
    "el hombre saca un arma y mata al perro"
    (decir esto para relatar una crueldad)
    "el hombre saca un arma y mata al perro que mordía a un niño de dos años"
    (revelador)
    saludos

    ResponderEliminar
  3. Nuestra amada y odiada Sociedad de la Desinformación.


    Saludos!

    ResponderEliminar