Al hilo de la reflexión anterior: siempre he aborrecido que se utilice alguno de los términos relacionados con el circo como insulto. Por mi ámbito se lleva mucho -al conducir un vehículo y llamar la atención a otro se puede comprobar de inmediato- utilizar el sustantivo payaso como insulto. Naturalmente, el sustantivo permanecería amorfo, y por supuesto, desactivado, si no se proyectara con signos de admiración (donde cabe admirar poco, obviamente) tal como ¡payaso! A mayores, la entonación de la voz y el gesto hosco, o mejor dicho, agresivo de quien te lo lanza deja convertido el noble oficio del triste hombre divertido del circo en un arma de improperio. Sobre cuya escalada si se le replica prefiero no pensar.
Uy, utilizo el "payaso" con mi amigo que me hace reír mucho. Creo que nunca lo he usado en modo despectivo, quien sabe.
ResponderEliminar(ya te agregue de nuevo al blogroll)
Saludos
¡Pues anda que usar el insulto de "subnormal"....
ResponderEliminar¡Pobres diablos!
ResponderEliminarMe detengo en el término "re-flexión". Se puede jugar a extraer múltiples conclusiones.
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