Nuestra comprensión del mundo siempre es reducida y restringida. No solo por los límites de nuestra capacidad para interpretar los últimos descubrimientos -que siempre son los penúltimos y no cesan- sino por la resistencia que imponen las ideas adquiridas anteriormente. Sobre todo si de dichas ideas se ha hecho dogma, es decir algo ridículamente inconmovible.
muy bien,
ResponderEliminarpero contrastemos, hay verdades y dogmas inconmovibles, pero las primeras está bien que lo sean, las otras son caprichosamente humanas
saludos
Desaprender lo aprendido ayuda; por lo demás, "las ideas contrarias clarifican las propias".
ResponderEliminarSaludos.