No considero los términos locura y loco como vocablos concluyentes. Como no lo son humanidad ni humano. Pero hay algo en la concepción socialmente admitida que reduce los primeros a su mínima expresión y concede a los segundos todo el campo posible, aunque sea arrasador. Ancha es Castilla, que decía el refrán. ¿La sociedad será un efecto de la mente o la mente una consecuencia de la sociedad? Dudo que el dilema esté resuelto.
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