Si las palabras cabales y de concordia no se aceptan (estuve tentado a decir no se imponen) en lugar de las despreciativas y discordantes, ¿cómo vamos a afrontar los hechos? Dicho de otro modo: si nos alejamos los hombres unos de otros, en lugar de caminar convergentes, ¿qué destino -desatino- nos espera? Me queda la duda de si todos los hombres quieren caminar hacia un horizonte positivo. Si quieren caminar. Muchos se enrocan en castillos inexistentes. Edificios ruinosos donde solo habita el moho del pensamiento y la podredumbre de unos intereses materiales efímeros. A mayores de, y es tan tentador decirlo, los fantasmas de la inacción.
Tu les llamas "fantasmas", sin embargo dicha inacción la siento como lo más activo de nuestra naturaleza. Algunos gustan denominarla "bondad". Bss.
ResponderEliminar