Acompañamientos de una recitación cada vez más simplificada. Este año más corta todavía, incluso evitada. Como si hubiera una necesidad de separar el sentido tradicional y litúrgico de plegaria por uno más visual de deseo netamente auténtico. Ha sido importante mirarse como nunca a los ojos o afectar calor en el chocar de manos para discernir qué había de sinceridad de qué contenía de ordinariez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario