14/7/12

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De ayer a hoy se detectan conversaciones convergentes en la calle. ¿Conversar igual a convergir? Es un paso. No tanto hay que entender lo de convergencia en estar de acuerdo en el enfoque y, mucho menos, en las conclusiones, sino en la atención que están suscitando ciertos temas. Citas y palabras que se captan al vuelo: les han quitado esto, han cerrado los otros, se han quedado sin, han subido aquello, se va a pagar tanto más, dónde piensan llegar...Domina regularmente el tono prudente y somero en unos casos, en otros se matiza o se expone el discurso con mayor acrimonia. Bienvenida la inquietud siempre que se traduzca en diálogo y razonamientos. Si la voluntad que se empieza a manifestar en el vecindario sigue el rumbo de la geometría, ese caminar para unirse en un punto puede ser sumamente provechoso. Pero la sociedad es lo menos lineal y regular que existe. O bien tiene su propia geometría, como tiene su propia biología o etcétera. 


1 comentario:

  1. La verdad es que nutro predilección por los caminos sinuosos. Lo torcido y complicado no es siempre avieso ni conduce a la perversión. A menudo te lleva al mismo sitio pero dando más vueltas que el recto, explorando lugares nuevos. Y eso te permite disfrutar más del viaje y disponer de más tiempo para pensar...

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