23/9/12

340.




Lo paradójico de esa paralización aparentemente pacífica, basada en el control de unos pocos, si bien con el beneplácito o el dejarse llevar de un número superior de individuos, es que acaba quebrando antes o después. La parálisis oculta la convulsión. Y ésta siempre busca otro estado, exige una salida, se expulsa incluso sin que prevea. ¿Por qué no estar atentos a las señales?



5 comentarios:

  1. ¡Ojalá quiebre! Mejor antes que después.

    ResponderEliminar
  2. El Nilo también salía de su cauce y sin embargo fue el modo de poder generar vida en el desierto...

    ResponderEliminar
  3. Pues yo espero con ansia esa convulsión¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Que la convulsión busque la salida ya, incluso sin preverlo...
    ¡Atentos a las señales!

    ResponderEliminar
  5. Hola Fool!
    Llega un momento en que la quietud y la apatía deben ser dejadas de lado, para involucrarnos en la realidad...
    Beso grande!


    RoB


    ResponderEliminar